En tiempos de pandemia, cuida más tu corazón
Expertos afirman que COVID-19 y enfermedades coronarias se complementan, dando al traste con consecuencias fatales.

Bajo el marco actual de la pandemia del Covid-19, el 10% de las personas con una enfermedad cardiaca tienen mayor probabilidad de presentar síntomas graves, aumentando el riesgo de eventos cardiovasculares, como infarto agudo de miocardio, miocarditis y arritmias.
Recientes estudios indican que, en Estados Unidos, casi el 40% de las personas hospitalizadas por el virus presentaban alguna cardiopatía. El virus del Covid-19 puede afectar de manera importante a personas con afecciones cardíacas no controladas, como insuficiencia cardíaca, hipertensión (presión arterial alta) o enfermedad de las arterias coronarias, complicando el proceso de recuperación del paciente.
Ante esta situación, el Doctor Daniel Quesada, presidente de la Asociación Costarricense de Cardiología (ASOCAR), aconseja que las personas con este padecimiento o con factores de riesgo deben de reforzar medidas, “Las personas con ECV deben estar conscientes de la importancia de no desatender sus tratamientos y sus consultas médicas, al tiempo que sigan un estilo de vida más saludable, evitando el consumo de alcohol, reduciendo la ingesta de alimentos con alto contenido de grasas, azúcar y sal y realizando actividad física.
Además, aplicar los reiterados consejos de las autoridades de la salud, como el lavado de manos frecuente, mantener distanciamiento social, evitar lugares aglomerados, uso de mascarillas y de ser posible, solicitar a un familiar o amigo realizar sus diligencias o compras”.
En Costa Rica, la falla cardiaca, al igual que las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte, donde datos brindados por la OMS, se registran aproximadamente 6.000 personas fallecidas, reduciendo la expectativa de vida de 73,8 años a 62,6 años. Esto ha comprometido al país a tomar iniciativas y esfuerzos, desde campañas de educación y prevención, hasta la mejora en los servicios de salud.
Lamentablemente, las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de mortalidad a nivel mundial, afectando de igual manera a hombres y mujeres, en donde la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que en el 2015 fallecieron por esta causa 17,7 millones de personas, lo cual representa un 31% de todas las muertes registradas en el mundo. De esas defunciones, aproximadamente 7,4 millones se debieron a cardiopatías coronarias y eventos isquémicos (ataques al corazón), mientras que 6,7 millones a accidentes cerebrovasculares.
Para el 2030, se proyecta que alrededor 23,6 millones de personas morirán al año en el mundo a causa de ECV.
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