A veces nos sentimos blindados bajo una dura concha llamada personalidad que nos hace parecer valientes y osados, cuando en nuestro interior podemos estar forcejeando con miedos y estructuras mentales muy arraigadas que nos llevan a tomar decisiones desacertadas y negativas para el crecimiento de nuestras vidas.
Para empezar debes analizar eso que en tu interior te hace dudar, eso que relaciona con conceptos preestablecidos y eventualmente inadecuados. Debes asumir el propósito de ver aquello que te está entorpeciendo tu mejor juicio, el desempeño adecuado en tu gestión y que hace lenta tu toma de decisiones y puesta en práctica de acciones.
Todos tenemos argumentos de vida y posiciones que adoptamos hacia la vida y que nos llevan como el burrito, siempre por el camino conocido y mucho más transitado… aprendemos a hacer las cosas, a tomar las decisiones y a hacer acuerdos de tal forma que muchas veces ni siquiera consideramos nuevas opciones, precisamente porque nos sabemos los caminos de memoria, entramos en la llamada “zona de confort”.
Existe una frase que se le ha atribuido a Albert Einstein: “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” y esta es precisamente una reflexión que debe guiarnos al “despertar”, a tomar una posición clara respecto de los desafíos que supone la vida diaria.
Piensa en lo que serías capaz de lograr si te liberaras de tus miedos, de esos fantasmas que te limitan y reducen, esos gigantes que has creado quizá inconscientemente. Hasta dónde hubieras sido capaz de llegar a estas alturas de tu vida si no tuvieras esas cadenas mentales. Ahora, si crees que no tienes esos miedos de los que hablo… ten la seguridad que la mayoría de cosas que has ha soñado, no las has realizado.
¿Cuántos proyectos has dejado en el camino?. ¿Cuantas ideas murieron antes de salir a la luz porque pensaste que no eran posibles o temiste la reacción de los que te rodean o pensaste que no estaban a tu alcance?. “El hombre es un gigante cuando sueña, pero sólo un enano cuando piensa y casi nada cuando actúa”. Y no me refiero con esto al soñador sin fundamento.
El coaching te da herramientas de vida, de toma de decisiones, de desarrollo de ese olfato de triunfador que te lleva a un nivel superior de conciencia… no como algo esotérico o misterioso, sino sopesado, sentado en la realidad y el conocimiento de tu propio poder, de los principios que rigen al mismo universo y que te van a llevar a actuar, a moverte a ser.
Todos deberíamos vivir un proceso de coaching, un real proceso que te adentre en aquello que te lleva a un mejor nivel de desempeño. A una claridad de lo que eres, de tu relación con el otro y con el todo. Recuerda, tú eres lo que quieres ser.
Marco Urbina. www.marcourbina.com. Programa Elite de Coaching Personal.