En los últimos 10 años el mercado de la producción orgánica en Costa Rica ha experimentado un crecimiento sostenido para abarcar nuevos cultivos más allá de las tradicionales frutas, legumbres y hortalizas.
La nueva tendencia creo grandes oportunidades para el desarrollo de otros sectores como la piña o el banano que; además, de abastecer el mercado interno también se abrieron paso en el exterior gracias a los esfuerzos de la empresa privada producto de un largo proceso de aprendizaje.
Contrario a lo que algunos pensaban, según la Promotora de Comercio Exterior, con base en datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería, en el año 2018 se reportaron 8 964 hectáreas de productos orgánicos certificados en Costa Rica, un 3% más de lo registrado durante el 2017.
Esa misma fuente indica que la oferta nacional se basa sobre todo en fruta fresca como banano y piña, además de cacao, caña de azúcar y café. Vegetales, hortalizas y especias completan el abanico de productos frescos.
Por otra parte, los jugos, mermeladas y purés a partir de frutas orgánicas, componen el segmento de alimentos procesados.
Los datos señalados apuntan en una dirección muy clara: la oferta de la agricultura orgánica muestra muy buena salud y; muy probablemente en los próximos años esa producción se incrementará especialmente al calor de las nuevas demandas de los consumidores porque los compradores en busca de alimentos saludable crecen cada día más.
Sin embargo, aún quedan varias tareas pendientes para lograr que se valore el esfuerzo de los productores involucrados en el mundo orgánico cuyos costos suelen ser mayores que en la actividad tradicional y ese factor casi siempre termina incrementado el precio final.
Quienes estamos involucrados en los diversos puntos de la cadena orgánica debemos realizar un esfuerzo didáctico para lograr que se entiendan los beneficios de esta actividad para agricultores y compradores porque solamente con esa unión de intereses se podrá continuar por la senda del crecimiento.
Aún falta camino por recorrer y esperamos el acompañamiento de las instituciones gubernamentales, las cuales pueden ser un pilar en el desarrollo de la agricultura orgánica.
Humberto González, Gerente de Kiwa BCS-Costa Rica