Los anteojos son un producto sanitario, lo que hace que sea necesario cambiarlos cada cierto tiempo y tenerlos en buenas condiciones. Esto incluye desde el cuidado diario hasta el uso de la garantía que brinda cada óptica.
La garantía se la deben dar cada vez que usted compra gafas ya sean de sol o graduados, esto es un seguro que cubre cualquier accidente o rotura principalmente, pero también algunas ópticas dan otras alternativas adicionales como una garantía de adaptación estética y un seguro de cambio de graduación.
Además de contar con la garantía, quienes utilizan permanentemente lentes deben tener algunos cuidados a la hora de limpiarlos, guardarlos y quitarlos, ante esto los especialistas de Zarah Carter le brindan algunas recomendaciones:
- Limpie sus lentes y montura regularmente con u paño suave de microfibra.
- Cuando están más sucios o una vez por semana, se limpia con agua y jabón y se seca con una toalla.
- Evite que sus gafas entren en contacto con detergentes del hogar y productos de belleza como lacas y perfumes, estos pueden dañarlos.
- Utilice las dos manos para ponérselas o quitárselas.
- Guárdelas en el estuche rígido que le brindan al momento de compra.
- Sujételas por el puente, no por las varillas.
Recuerde que por lo general la garantía no cubre los defectos por accidente, malos manejos como choque, aplastamiento y similares tampoco están cubiertas manipulaciones o reparaciones no autorizadas y daños consecuencias del envejecimiento o desgaste normales de la montura.
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