Tras la reforma tributaria propuesta por el presidente de Colombia Iván Duque, que aumentaba en un 19% los impuestos sobre la renta y productos básicos; la población colombiana más afectada se ha unido a protestar, realizando marchas en las que se demuestre que el pueblo lucha para hacer justicia.
El pasado 28 de abril los colombianos se unieron a reclamar sus derechos humanos y salieron a una marcha pacífica donde las calles se adornaron de banderas, agrupaciones musicales, bailes y gente que sueña con un país diferente, en el que no importa si están con un partido político de “izquierda” o “derecha” sino contra una lucha que consiste en el mismo objetivo, de decirle “NO A LA REFORMA TRIBUTARIA” durante los días que sean necesarios.
En cada una de las ciudades, departamentos, comunas e incluso corregimientos del país, los habitantes han marchado para conseguir el mismo ideal. “El pueblo, está con el pueblo” es lo que han expresado los manifestantes.
Cabe decir que el vandalismo es lo más expuesto por otros medios, pero la realidad que acontece en estas marchas es diferente. El país está decepcionado de que un gobierno quiera pagar sus deudas empobreciendo más al país, recubriendo una sublime desigualdad; un suceso que contrae dolor y sufrimiento que forma el futuro de Colombia.
Lastimosamente estas marchas pacíficas han sido principalmente afectadas por las fuerzas armadas, donde los policías y el ESMAD comienzan a combatir frente a un pueblo que lucha por la justicia social.
En el corregimiento de San Antonio de Prado (ubicado en el extremo suroccidental de la ciudad de Medellín) en la tarde del 30 de Abril se presentó una marcha en la que, en un acto de injusticia, fueron violados los derechos constitucionales de dos jóvenes partícipes de la protesta pacífica.
Uno de ellos fue Santiago Rivera, estudiante de derecho y un joven que protesta y apoya de forma íntegra los derechos humanos del país. Él fue individualizado públicamente por un policía dentro de la marcha del corregimiento, donde el joven presentaba contenido de prensa en sus redes sociales evidenciando como esta marcha se realizaba sin delito ni vandalismo.
Lo ocurrido se evidenció por medio de un “en vivo” que Rivera presentaba estando de acompañante en una moto con su compañero Víctor Toro que iba conduciendo. En la transmisión se pudo observar como ambos jóvenes fueron detenidos tras la individualización hacia rivera, ante la mirada de múltiples testigos.
Los protestantes inconformes difundieron el caso en las redes sociales, donde la solidaridad del corregimiento fue manifestada compartiendo información, en la que para todos era importante saber sobre el bienestar de los jóvenes Víctor y Rivera, tras ver la agresión con la que fueron sujetados y subidos a la patrulla.
Al día siguiente el joven Víctor comparte imágenes donde se ve agredido físicamente por policías que aseguran no haberlo herido dentro del CAI, mientras Rivera transmite un “en vivo” donde cuenta todos los hechos desde su experiencia, asegurando que Víctor sí fue agredido por los policías, y una vez dentro del CAI, cuenta Rivera que Víctor sangrado dice: “ Por favor se los ruego llévenme al hospital” mientras Rivera también pedía atención médica para su compañero y los policías ignoraban.
Dentro del “en vivo” que Rivera compartió en sus redes sociales, aclaraba los hechos acontecidos en su traslado y llegada al CAI, asegurando que él no fue fuertemente agredido dentro del CAI, pero que si tuvo unas pequeñas agresiones, también comentaba que los policías lo señalaban como líder de la protesta, a lo que él dijo:
“yo aclaro, que no soy ningún líder de la protesta, yo la repliqué porque yo estoy en mi derecho de invitar a las personas a protestar; yo la repliqué, pero no hice la convocatoria, ni yo la lideré”.
Clarificando que le gusta marchar y que le agradece a la comunidad pradeña por la presión que causaron ante lo que calificó como un abuso policial y una detención arbitraria en su contra.
Actualmente Víctor confirma estar mejorando y Rivera que se encuentra en un proceso judicial, en donde todos aquellos manifestantes expectantes de lo sucedido los apoyan como un pueblo que reconoce qué: “SOMOS MÁS LOS BUENOS QUE LOS MALOS”.
Foto tomada por: Juan Esteban Cano Giraldo.